BIENVENIDA

Muchas gracias por visitar este blog.

Antes de comenzar, quiero aclarar que no soy un crítico de cine ni pretendo serlo, simplemente soy un adicto al cine que quiere compartir puntos de vista con ustedes.

Por supuesto, su participación, comentarios, críticas, sugerencias, etc., es fundamental. Entre más comentarios existan, habrá más polémica, más información y más recomendaciones.



martes, 8 de febrero de 2011

BLACK SWAN.- Por Karen Livier


Esta semana CINERAMA tendrá la columna de una invitada especial. Una amiga que es una apasionada del cine y además es psicóloga.

Quien mejor que ella para escribir unas líneas sobre una de las mejores películas del año: BLACK SWAN. Disfrútenla!!!



Darren Aronofsky, con tan solo intentar pronunciar su nombre, nos podemos percatar de la complejidad y misterio que encierra la personalidad de este innovador y arriesgado director. Aronofsky se ha destacado por ser un director que define sus propias reglas en la industria cinematográfica sin importar si encaja o no, en el estándar hollywoodense. En sus películas se manifiestan personajes viscerales, crudos, un tanto desequilibrados emocionalmente; atormentados por un lado oscuro siempre latente.

En 1998 fuimos testigos de su primer largometraje Pi (Pi, el orden del caos), historia de un científico que intenta explicar el origen de la vida a través de las matemáticas.

En el año 2000 realiza, lo que muchos consideran su obra maestra, Requiem for a Dream (Réquiem por un sueño); cuya cualidad radica en transmitir a través de una dirección y edición excelsa; acompañada de un majestuoso score musical a cargo de Clint Mansell; la idea de que las adicciones son un constante ir y devenir en la vida de los seres humanos, sin importar su condición, raza y edad. Nos deja una sensación de que todos somos vulnerables a volver un hábito o placer, una adicción que nos lleve hacia la autodestrucción.

Posteriormente, en 2006, filmó The Fountain (La fuente de la vida), protagonizada por Hugh Jackman (Wolverine) y Rachel Weisz (esposa del director), una historia de amor, de muerte y de nuestra existencia en este mundo.

Hace unos años (2008), Aronofsky plasmó en The Wrestler (El luchador), la historia de un luchador (de lucha libre) frustrado por su decadencia; quien vive a través de sus recuerdos y su obsesión por la perfección, un intento continuo por recuperar aquello que perdió en el camino; sin importar si esto conlleva su autodestrucción.

Su nueva cinta, Black Swan (El cisne negro, 2011) sigue la misma temática, ahora en una bailarina de ballet, interpretada por Nina (Natalie Portman). Es un thriller psicológico complejo lleno de simbolismos; que narra la historia de una bailarina atrapada por sus propias ambiciones, narcisismo y presión de su madre por lograr un papel estelar en el ballet del Lago de los Cisnes.

Dicho ballet narra la historia de una joven que es convertida en un cisne blanco, hechizo que solo puede desaparecer para volverse de nuevo una mujer, cuando un hombre le jure amor y fidelidad eterna. Sin embargo, es traicionada por el cisne negro; quien es la malvada hija de un mago transformada para lucir exactamente igual al cisne blanco; para engañar y enamorar al príncipe que se enamoró de este último. Al final, el cisne blanco al percatarse del engaño, decide suicidarse tras perder el amor de su amado y perderse a sí mismo.

Nina no puede lidiar con la presión de cumplir sus sueños cuando es nombrada la bailarina principal de la compañía de ballet a la que pertenece. Debe demostrar que puede interpretar los dos papeles, tanto el cisne blanco (virginal, inocente e ingenuo) como el cisne negro (sensual, manipulador, seductor).

Sin embargo, el estrés y la inhabilidad para interpretar al cisne negro se apoderan de Nina. Situación que se ve agravada por la actitud infantilizadora de su madre (Barbara Hershey) que la estimula para permanecer como una niña encerrada en un cuerpo de mujer.

En una escena, Nina es cuestionada por su entrenador (Vincent Cassel), ¿disfrutas hacer el amor? y le deja de tarea tocarse a sí misma para poder interpretar el rol del cisne negro. Además, la compara con Lily (Mila Kunis) una compañera de ballet cuya personalidad imperfecta, sensual e impulsiva; choca con la personalidad infantil, perfeccionista y obsesiva de Nina. Es ahí donde empieza a fragmentarse la psique de Nina; empieza a percibir una versión oscura de sí misma; una especie de alter ego. El alter ego es como una segunda personalidad que poseemos, pero una versión que usualmente expresa lo que no somos aparentemente, que nos ayuda a ocultar nuestros impulsos y temores, lo que no es aceptado por nuestro ser cotidiano. Es asi, como Nina manifiesta su alter ego en Lily, quién actúa como la “niña Nina” quisiera o debiera ser, pero no puede.

La sexualidad reprimida de Nina se vuelve una especie de terror, que la aflige a través de ilusiones corporales (espolones del pie, uñas rotas, rasgaduras de la piel, sangre), alucinaciones de personajes oscuros y terroríficos, de escenarios imaginarios; vive un gran terror que no proviene de un peligro exterior, sino de su interior. Su alter ego se apodera de su mente como si fuera un personaje externo, intepretado por Lily, el cual expresa todo aquello que Nina ha intentado reprimir por temor a su sexualidad.

Esta tonalidad me recuerda a trabajos de Roman Polanski, en especial Repulsión (1965) y The Tenant (1976) cuyos personajes viven un horror psicológico provocado por sus miedos más internos, proyectados en personajes persecutorios, alucinaciones e ideas irracionales.

En la historia, el director entrelaza la historia del Lago de los Cisnes con la realidad del personaje de Nina; como si su perfección y ambición extrema fueran encarnándose en su piel y metiéndose en sus entrañas, con tal de conseguir la mejor actuación en el rol de su vida. Nina vuelve real lo irreal, se apodera de su personaje a tal extremo que su piel empieza a cambiar para transformarse en lo que mas tarde sería una especie de plumaje.

En sus últimos trabajos Aronofsky manifiesta una fascinación hacia el entrenamiento físico en las artes, como lo es la lucha libre y el ballet, sin embargo, se interesa por experimentar con el lado oscuro de éstas; como la maleabilidad de la psique humana, las pasiones, las emociones primitivas y viscerales, los detalles físicos como la sangre, desgaste físico y la psicosis.

Aronofsky plasma personajes histriónicos autodestructivos, tanto el personaje de Nina como el de "The Ram", (El luchador), logran la tan anhelada perfección y redención en su autodestrucción.


Cabe resaltar la excelente dirección artística; pareciera que el director exprime hasta la última gota de la capacidad histriónica de sus actores, lo cual confirmamos en la mayoría de sus películas; Ellen Burstyn (Réquiem por un sueño), Mickey Rourke (El Luchador) y ahora Natalie Portman (Cisne Negro) han sido nominados por los premios de la Academia (Oscares) y otros más. La actuación de Natalie Portman (le llevo un año de entrenamiento) es magnífica, llena de matices como lo hace su personaje, en ocasiones vemos a una niña, en otras a una mujer, a una femme fatale, a una bailarina ambiciosa, en fin logra plasmar como su personaje mismo un alter ego, que no habíamos visto en sus trabajos anteriores.

La crítica internacional está dividida en cuanto a la opinión de esta película, varios críticos, como The Village Voice, piensan que es una mezcla de la película Carrie con Red Shoes Diaries, que no es el mejor trabajo de Aronofsky. La odian o la aman, yo creo que esta disparidad radica en la complejidad de la trama, aparentemente no cuenta con un guión tan original y versátil como sus trabajos anteriores. Sin embargo pienso que la belleza de este film radica en como mediante una magnífica dirección; piruetas, acercamientos y movimientos de cámara audaces; junto con un score musical en ocasiones tenebroso, (parecido a la sensación que produce Irreversible,2002) nos adentra en las entrañas de la psique de Nina.

Aronofsky nos muestra el lado oscuro de la danza, que pueden esconder los tutús y zapatillas rosas del ballet. Pero en realidad no es el ballet en sí mismo, o la lucha libre lo que puede trastornar nuestra mente, sino nuestros propios miedos, frustraciones y exigencias. En fin no todo en el ballet es bonito, estético, no todo es color de rosa, tiene diversas tonalidades y complejidades como la vida misma.

Aunque estoy consciente de que no es para todos los gustos, tan solo por la actuación magistral de la protagonista y la dirección irreverente le pongo todas las estrellas….¿y tú?

3 comentarios:

  1. Gracias a Karen por la gran reseña!!

    En mi opinión, la historia es bastante buena, la dirección de primera y la actuación de Natalie Portman es impresionante. Sin duda debe ganar el Oscar como mejor actriz.

    Black Swan es una de las mejores películas del año y no te la debes perder.

    ResponderEliminar
  2. Aquí está la estatuilla a la mejor actriz. El mejor papel que he visto de Natalie Portman por mucho.

    La película es buena pero no se me hace lo mejor que ha hecho Aronofsky.

    Tengo muchas ganas de ver el cambio radical que va a hacer ahora que va a dirigir la nueva peli de "The Wolverine." A ver que toque le puede dar a los X-Men.

    ResponderEliminar
  3. Coincido contigo. No es la mejor peli de Aronofski pero es muy buena. Mi favorita es Requiem!!

    Portman da su mejor actuación por mucho.

    Todo lo que no pudo hacer con Batman lo hará con Wolverine, seguro va a estar irreal!!

    ResponderEliminar