EL INFIERNO

Está extraordinaria película es dirigida por Luis Estrada, el director de La Ley de Herodes y Un Mundo Maravilloso.

Fiel a su estilo, critica al gobierno y a la sociedad mexicana, pero en esta ocasión aborda la mala situación del país a través de una comedia negra y de una sátira donde pone bajo la lupa varios temas: Violencia, crimen organizado, drogas, crisis económica, corporaciones policiacas, autoritarismo, poder, corrupción, fuerzas armadas y hasta la política en contra del narcotráfico del presidente Felipe Calderón.

El Infierno cuenta la historia de Benjamín García, “El Benny”, (interpretado brillantemente por Damián Alcázar) quien después de vivir 20 años en Estados Unidos de mojado, es deportado y al regresar a su pueblo natal se encuentra con la realidad del país y descubre que éste se encuentra sumido en la crisis, el desempleo y la violencia. Ante esa situación se da cuenta que sólo hay dos opciones: Morirse de hambre o entrar a la delincuencia organizada.

El reparto es de lo mejor que hay en nuestro país (Damián Alcázar, Ernesto Gómez Cruz, María Rojo, Daniel Giménez Cacho). Las actuaciones son muy buenas, destacando Alcázar, Gómez Cruz y sobre todo la de Joaquín Cossío interpretando a Cochiloco, un personaje tan entrañable como Tomás Tomás en Solo con tu pareja o Elvis Quijano en Todo El Poder. Las actuaciones en general brillan, pero es él quien entrega los elementos necesarios para que la cinta sea memorable.

La película se ajusta muy bien a las reglas del cine de mafias, con toda proporción guardada, se nota la inspiración del director en el cine de los Cohen, Tarantino, Scorcese y Coppola.

Al ver la película te das cuenta de la cruda realidad que vive el país, aunque es una sátira no se exagera en casi nada y se nos muestra como ante la falta de oportunidades hay corrupción en todos los sectores de la sociedad, militares, policías federales y locales, la iglesia y algunos de los ciudadanos que son testigos de las balaceras y que se roban las pertenencias de los muertos en el piso, incluyendo familiares que a pesar de su

supuesto rechazo al narco, no pueden resistirse a recibir los regalos que les dan.

También se puede ver como es la sociedad mexicana, por ejemplo, la ironía de que a pesar del machismo tan marcado que existe, el matriarcado a fin de cuentas sigue siendo una figura dominante.

Asimismo, te das cuenta que al final, todos son padres de familia y (sin justificarlos de ninguna manera) buscan lo mismo que todos nosotros: Procurar el bienestar de sus propias familias, a costa, incluso de sus propias vidas... o las de otros.

Me gusta que la cinta no apoya a corriente política alguna, simplemente se limita a reflejar lo que representa el crimen organizado en todas las estructuras de una nación que sólo observa como se lleva a cabo esta guerra en la que no hay ganadores, ni perdedores absolutos, sólo víctimas y condenados.

Un film que más allá de la denuncia, invita a reflexionar sobre si vale la pena celebrar algo por el Bicentenario de la Independencia de México y Centenario de la Revolución Mexicana.

Es una película divertida, inteligente y cruda de nuestro México y la recomiendo ampliamente.

Le pongo un 8. ¿Y tú?.